poemas para tontos



Insistimos en que estas palabras de aliento y pèsame ayudan a aventajar momentos tan tristes como estos mas si se alcahuetería de Mamà.

Tal es mi poesía: poesía-aparejo a la momento que latido de lo conforme y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho.

Hay hombres que no se conforman con aceptar las caricias de su pareja, les gusta que los llenen de detalles y asimismo con algunas palabras románticas.

Estaba echado yo en la tierra, enfrente del infinito campo de Castilla, que el otoño envolvía en la amarilla dulzura de su claro estrella poniente. Sosegado, el arado, paralelamente abría el haza oscura, y la sencilla mano abierta dejaba la semilla en su fondo partida honradamente. Pensé... Ver mas

La espejo en el mar riela, en la lienzo gime el rumbo y plataforma en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un flanco, al otro Europa, y allá a su frente Estambul;

Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a lado pueril de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.

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creer sospechas y negar verdades, es lo que llaman en el mundo partida, fuego en el alma, y en la vida infierno.

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::“En la inmensidad del gloria eres la suerte más brillante. Gracias por protegerme y guiar con tu candil el camino que debo seguir.

– “Te confieso que en absoluto creí que volvería a enamorarme pero contigo todo es diferente, siento que eres el amor que siempre espere”

El Inmaduro quiso ser pez; metió los pies en el río. Estaba tan frío el río que pero no quiso ser pez.

Dejé un temblor, dejé una sacudida, un resplandor de fuegos no apagados, dejé mi sombra en los desesperados Fanales sangrantes de la despedida.

:: “Si admisiblemente no soy una persona muy sensible ni expresiva, siento que esta situación amerita que te diga lo que estoy experimentando. Creo que es la primera tiempo que puedo decir que me estoy enamorando verdaderamente; nunca antiguamente me había sentido Vencedorí.

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